La Visita del hospital Luis Jimenez Aranda
Juro cumplir cuanto ofrezca
Poniendo en ello gran tesón,
Y también toda la
fuerza
De mi indeleble corazón,
Entregar mi inteligencia
Y guardarme mis creencias
Juro que con diligencia
Siempre daré a mi maestro
El respeto que daría
A mis padres cada día
Y así he de enseñar yo también
Desinteresadamente
Sin recompensa en la mente
Y buscando hacer siempre el bien,
Instruiré al que necesite
Y a quien así me lo
pida
Para que enfermar evite
Y salvaguarde la vida
He de tratar al enfermo
Lo mejor como he de poder,
Con mi facultad y
entender,
Evitando así todo mal,
Y también toda injusticia,
No acceder a pretensiones
Que lleven en si malicia
Y no sugerir a nadie
Tampoco algo semejante
Escuchare al que me hable
Con dulzura en el semblante
Ejerceré mi profesión,
Con inocencia y pureza.
Lo haré con gran entereza
Y siempre con dedicación,
Dejaré al especialista
De dolencias una lista
Pues tendré limitaciones
Como buenas intenciones
En cualquier hogar que llegue
Buscaré del enfermo el bien,
Tal vez la enfermedad siegue
Mas daré consuelo también
No causaré injuria alguna
O acciones que me corrompan
Ver a todos con respeto
Aunque ellos las reglas rompan
Y no intentar seducirles
Aprovechando lo que soy,
Y tampoco he de mentirles
Siempre sabrán donde estoy
Y al igual que un sacerdote
Guardare todo en secreto
Todo lo que escuche y vea
Pues debo de ser discreto
Con lo que privado sea
Si observo este juramento
Sea feliz en mi vida
Y se me premie el momento
Que esta me fue concedida
Si lo quebranto y
perjuro
Que la sociedad demande
Que me convierta en un paria
Y sobre mí pronta
caiga
Así la suerte contraria.
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